Llegan las fiestas. Cada persona y cada familia tienen sus rituales específicos. ¡Miren cómo estas dos personas comparan sus experiencias!
– ¿Qué vas a hacer para estas fiestas?
– Lo mismo de todos los años. Voy a pasar navidad con mi familia…
– ¡Yo también!, ¿y año nuevo?
– No, año nuevo lo paso siempre con amigos, ¿y vos?
– Yo no, en general voy a visitar a mi hermano, que vive en Uruguay.
– ¡Me encanta Uruguay!
– Sí, a mí también, es muy lindo.
– ¿Y qué vas a cocinar?
– En general, yo hago un lechón para toda la familia…
– Ah, no, nosotros hacemos un asado y ensaladas. No me gusta la comida tan pesada…
– A mí tampoco pero, bueno, es una tradición familiar. Siempre me lo piden.
– Sí, hay tradiciones que son tradiciones pero que no están buenas… Por ejemplo, en Argentina la gente siempre prende fuegos artificiales. A mí no me gustan nada.
– Ah, a mí sí, me divierten mucho.
– No, a mí no. Me molesta mucho el ruido.. Che, y con las tradiciones, ¿viste que en algunas familias comen doce uvas a las doce de la noche, una por cada mes del año? Nosotros no lo hacemos nunca
– Ah, yo sí. Me parece lindo. Lo que me parece ridículo es esa tradición de regalar bombachas rosas a todas las chicas de la familia. Yo nunca lo hice.
– No, yo tampoco.
Decimos también y tampoco cuando pensamos igual.
Decimos sí y no cuando nuestras opiniones son diferentes.
yo también = C
a
mí también = C
yo
tampoco = D
a
mí tampoco = D
yo sí ≠ D
a mí sí ≠ D
yo no ≠ C
a mí no ≠ C