Es un mito muy popular originario de méxico pero que puede encontrarse en casi todos los países de Latinoamérica. Con variantes, la historia es casi siempre la misma: una joven madre ha perdido a sus hijos de una forma trágica y su alma en pena es condenada a vagar por las noches gritando “¡Ay, mis hijos!”. En la mayoría de las versiones se cuenta que la mujer fue engañada o repudiada por el padre de los niños y en un ataque de locura mató a sus propios hijos ahogándolos en el rio y después se suicidó. En otras versiones, las mujeres son jóvenes violadas que matan a sus hijos por vergüenza o que perdieron a sus hijos por tener costumbres poco decentes . Según la tradición, la llorona pasea por las calles solitarias y frecuenta los lugares donde hay agua, como piletas, ríos, fuentes o tanques y en algunas busca víctimas para remplazar sus pérdidas: roba niños que confunde con sus propios hijos o persigue hombres para vengar su afrenta.
En la versión distintiva de la tradición chilena, la Llorona se llama la Pucullén. Se dice que llora eternamente porque le quitaron a su hijo de sus brazos a muy corta edad. Es una presencia fantasmal vestida de blanco, a la que sólo puede ver la gente que está cercana a la muerte y los animales que tienen los sentidos más agudos, por eso los perros lanzan lastimeros aullidos cuando perciben su presencia. Algunos cuentan que si uno se frota los ojos con lágrimas de perro, podrá verla; pero si el corazón del que observa no es firme, la imagen será espantosa. 
Hay varias maneras de protegerse del ataque de la llorona. Dicen que la llorona es muy tramposa y engaña a sus víctimas para quedarse con sus vidas, por eso cuando se la escucha cerca, en realidad está muy lejos, y viceversa. También se cuenta que si uno escucha el grito debe tratar de moverse y no quedarse congelado por el pavor, la persona tiene que huir antes de escuchar el tercer grito, o la Llorona se la llevará. Se dice que la llorona ataca sobre todo a las personas que tienen la ropa interior al revés porque cree que esta es una marca de hombres de mala vida, y que un hombre acechado por la Llorona se salvará si una mujer le toma de la mano, pues el espectro sólo ataca a hombres solitarios o que hayan tratado mal a las mujeres.
O sea que, si andan por las noches solos y, especialmente, si son hombres que han roto el corazón de alguna chica. Tengan mucho cuidado con la llorona.
La llorona según Chespitito (Chespirito es un comediante mexicano de los años 70 y 80 muy famoso en toda latinoamérica. Sus programs (supuestamente para niños pero que hacen reir a todo) siguen emitiéndose en la televisión argentina aún hoy y son siempre un éxito de público).